Posted by : El día del Espectador noviembre 03, 2013

ÁLVARO TEJERO


Robert Redford, Shia LaBeouf, Nick Nolte, Julie Christie, Richard Jenkins, Chris Cooper, Susan Sarandon, Sam Elliott, Anna Kendrick, Brendan Gleeson, Terrence Howard, Brit Marling, Stephen Root, Stanley Tucci...solo la presencia de estos nombres en el cartel de una película deberían ser motivo suficiente para llenar la sala.

Una de las antiguas terroristas
Si además añadimos el nombre de Robert Redford en la silla del director el deber se convierte en obligación. El Redford director es uno de los últimos realizadores clásicos vivos; pero al contrario que su contemporáneo Clint Easwood ha pasado del reconocimiento a cierto olvido. Mientras el primero se transformaba de reaccionario republicano a clásico imperecedero a ojos de la crítica (el golpe definitivo fue el decepcionante final redentor de Gran Torino); el segundo ya no es el demócrata simpático, si no un idealista desencantado que molesta con su propuestas sobre algo tan desagradecido como la ética.

The company you keep parte de la huida de un antiguo activista radical (Redford) durante los años de la guerra de Vietnam, acusado de participar en el asesinato de un guardia durante el atraco a un banco,  descubierto en la actualidad por un periodista ávido de historias (LaBeouf) y la consiguiente persecución que sufre por parte del FBI. Pero que nadie espere un thriller adrenalítico lleno de persecuciones y disparos (Redford no está ya para esas cosas y su actuación solo chirría en los pequeños momentos de exigencia física).

Es un estudio de personajes, una investigación de las consecuencias del pasado, de la importancia de madurar y seguir adelante. La tensión se encuentra en los brillantes diálogos y las afiladas reflexiones que se lanzan (magistral la conversación entre Sarandon y Labeouf). Hay movimiento constante, sí, pero sosegado e incluso en sentido contrario al presente. Los protagonistas son dinosaurios que pertenecen a otra época. Discuten sobre la libertad, el terrorismo o la verdad,  y se cuestionan sobre sus principios, sobre si todavía es posible luchar contra el capitalismo o intentar cambiar las cosas desde el radicalismo.
 Uno de los grandes secundarios que se encuentra Redford en el camino
A los ávidos de impactos formales les parecerá aburrida o utilizaran con ignorancia el término telefilme ya que la dirección no quiere destacar. Redford dirige de manera invisible, poniendo la cámara en el lugar indicado; como los clásicos. Porque ser clásico no implica ser antiguo, significa tener un conocimiento del medio superior a la media, haber alcanzado un grado de madurez estilístico y temático definitivo.

Tanto es así, que da la sensación de testamento cinematográfico del director. Sus últimas películas (Leones por corderos y una película sobre el asesinato de Lincoln de la que no se acuerda nadie, La conspiración) ya eran fábulas políticas que reflexionaban sobre la situación de su país. En una todavía intentaba despertarnos, en la otra se cabreaba con un país que no aprendía de sus errores. Aquí, el descontento le ha vencido, no puede seguir luchando por el mundo y decide hacerlo sólo por algo tan "simple" como su hija, dejando un plano final silencioso que se convierte en el mejor de su carrera.

Marling y LaBeouf: los dos jóvenes que deben tomar el relevo
Pero no quiere irse sin entregarle el relevo a las nuevas generaciones. Encontrar a alguien que tenga compromiso (realmente difícil hoy en día) y decida seguir mirando la verdad del mundo, aunque también le lleve a sacrificar su ambición por amor. Dos conceptos, el compromiso con lo que nos rodea y los sentimientos personales, que Redford entiende y comprende que no deben ser enemigos ya. Lo encuentra en el personaje de Shia LaBeouf, que ofrece su mejor interpretación de largo hasta la fecha.

La atención del momento se la llevan la enésima película de Marvel, el posiblemente nuevo capricho autoral de Refn (Drive tenía un guión de un guionista, por eso es lo que es, y que comparte con la película de la que hablo a su acertado compositor musical Cliff Martínez) y las decididas por crítica e industria como favoritas para los próximos Oscars. Mientras, The company you keep se convierte junto a Mud y Rush, en una de las mejores propuestas de este curso cinematográfico. No creo que nadie se acuerde de ellas en Febrero, pero al menos espero que no se repite otro Argo.

47 años han pasado desde Doctor Zhivago
"Quería cambiar el mundo, pero me di cuenta de que son las personas las que deben cambiar" comenta Brit Marlng en la cinta de Redford. Que nadie se olvide de una de las mejores actrices del momento.


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