Posted by : El día del Espectador abril 13, 2013


DIEGO REAL


Por fin me animé a ver el remake de Posesión Infernal. Tristemente, mis temores se han cumplido y puedo asegurar que: el cine de terror como género, ha muerto. Se ha convertido en un producto para niñas adolescentes

El género de horror es más antiguo que orinar y ha perdurado como uno de los reyes, y eso es porque todos tenemos miedo y si se adapta a la época que toca, existirá una audiencia fiel. Desde los monstruos clásicos Universal, pasando por el erotismo de la Hammer o el Fantaterror castizo. Por no hablar de las peliculitas japonesas o los ejercicios de found footage. Era divertido ver como las jovenzuelas se cagaban de miedo. Ahora las películas son directamente para ellas. Sin compañía del machito de turno que quiera pillar cacho.

Quería asegurarme de ello y lo confirmé con Insidious de James Wan. Buen público y buena acogida pero, ¿quién era ese público? Adolescentes de no más de quince años que, en una vena de valentía y posterior “postureo” entre colegas, se han visto atraídas por una peli con un tráiler “molongui” visto en la publicidad de Tuenti o de adelanto de Crepúsculo. Y Evil Dead está destinado a ello.

Este remake olía igual y me causaba extrañas sensaciones. Quizás los fans influyeron en mí. En un principio todo fueron críticas, yo el primer indignado. Después pasé a la rabia cuando me enteré de que una de las mayores farsantes de Hollywood, Diablo Cody, estaría pululando. Al final no fue así. Por último, sacaron un tráiler gracioso (que por cierto, desvela toda la peli) y todo fueron alabanzas. Y yo me he dejado llevar. Error.

El Evil Dead de Fede Álvarez es entretenido pese a todo, pero, ¿desde cuándo nos han importado los sentimientos de los protagonistas? ¿A qué viene el rollo de que las drogas son malas, la madre loca y la pelea entre hermanos? Son trozos de carne que van a morir y poco nos importan. ¿Dónde está el sano cachondeo de la primera? Hay vómitos (¡bien!), sangre (¡cojonudo!) ¿Tetas? No. Tampoco quiero que vuelva la gran etapa de las vampiras lesbianas que enseñan una tetilla pero es que se les ve el plumero a estos conservadores americanos. 

Pese a todo, el giro final de la “resurrección” es tan descerebrado que ni en la peor fantasía de un productor de serie B. Punto para ellos.

Desde aquí, Raimi, Campbell, haced de una puñetera vez Evil Dead IV.

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