Posted by : El día del Espectador octubre 03, 2012


NÉSTOR SÁNCHEZ

Si pensamos en el cine Tailandés, nos viene sin lugar a duda a nuestra mente... bueno, a lo mejor tenemos que pensar un poco más. Para hacerlo más fácil pensemos a lo grande, en las últimas décadas Asia en general nos ha estado ofreciendo una inmensa cantidad de películas con temática de terror y gore, en muchas ocasiones basadas en sus creencias de espíritus. Pero desde no hace mucho en un pequeño país, Tailandia, surgido del terror humano, nos llega un nuevo estilo de entender la violencia, una nueva manera de encajar golpes y recibir tonillas. Y todo comenzó con la gran película de artes marciales Ong Bak, donde Tony Jaa, fiel sucesor de Bruce Lee, ha hecho del Muay Thai su filosofía de vida. Los años han ido pasando, se han ido retocando y puliendo aspectos de esta violencia, hasta llegar a este año, el cual nos ha dado la película de acción por excelencia. THE RAID (Gareth Evans, 2011).

Este film no es como otro que hayáis visto antes, la violencia llega a una actualización 2.0.  No es una acción americana, donde los buenos ganan y nadie sale herido, todo lo contrario. En esta película podréis ver sufrimiento, dolor y sobre todo sangre… bieeeeeeeeeen!!!!! No es un film que destaque por su guión o trama, tampoco tienes que pensar mucho para entenderla, los personajes son planos… parece como si os estuviera dando motivos para no verla, pues no, todo lo contrario. Si estáis cansados de todos esos intelectuales que creen que una peli que está enfocando 30 minutos a una persona es buena, esta es vuestra película. Tan solo debéis disfrutar de las magnificas coreografías de disparos y golpes, como si del ballet ruso se tratara. En este caso estamos ante una danza de la muerte donde los protagonistas deben estudiar y comprender al enemigo para realizar los movimientos adecuados de la manera más bella y gentil para arrebatarles sus vidas. Y es gracias a estos movimientos hipnóticos que quedareis enganchados desde el primer  hasta el ultimo momento sin poder respirar. Con un ritmo frenético y unas ostias como panes, la historia se desenvuelve en los bajos fondos de la ciudad de Jakarta.

Como en Jungla de Cristal, la película nos cuenta como un grupo especializado de la policía debe infiltrarse en el edificio más peligrosos de Jakarta. En este lugar gobernado por narcotraficantes militarizados, nuestros protagonistas deberán llegar hasta el último piso para derrocar a todos los criminales. Los buenos y malos entraran en un tornado de disparos y golpes donde la confusión llevara algunos a cambiar de bando.

Tras esta pequeña descripción de lo que vais a poder encontrar en el film, poco más me queda por decir. Tan solo que muestra lo que todo macho ibérico o no, quiere en un film. Si estáis buscando comedias románticas o queréis ver una peli con vuestra novia, no os la recomiendo, quedaros solos, invitad a amigos pillad cervezas y palomitas y darle al play

P.D. Si realmente la queréis ver, os recomiendo que lo hagáis ya, porque, cuentan las malas lenguas, que en Hollywood están haciendo un remake… que díos nos pille confesados. Por otro lado el director ya esta preparando la segunda parte J

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