Posted by : El día del Espectador octubre 17, 2012


NÉSTOR SÁNCHEZ

Ewan McGregor sale del coche, sonríe, da “la vuelta de honor” firmando autógrafos y haciéndose fotos con todos su fans que llevan horas esperándole a las puertas del hotel María Cristina, en San Sebastián. Ewan llegó para presentar la nueva película del, empezando a ser conocido, director Juan Antonio Bayona, “Lo imposible”. El anterior y primer largometraje del director fue “El orfanato”, una cinta pasable, con un final ya masticado por otros directores como M. Shyalaman (“El sexto sentido”), y con una cansina Belén Rueda. Viendo estos antecedentes el titulo de la nueva película viene que ni pintado, es “imposible” que haya pasado de dirigir a Belén a estar con Ewan en un abrir y cerrar de ojos. Han pasado 5 años de un film a otro, y joder, benditos esos años. Han sido 5 años de madurez expresiva, de comprender que es el cine y como funciona. Nada más ver los primeros 30 minutos de la película lo comprenderéis.

La película está basada en el trágico suceso, de 2004, que azotó las costas asiáticas. La historia nos cuenta como una familia española vivió y sufrió los acontecimientos, de la manera más real posible. Todo lo que veas será lo que realmente ocurrió. Es por este hecho y por la perfecta actuación de todos los actores que el film te llega al corazón, te lo paraliza, te hace un nudo en la garganta, te hace soltar lagrimas; y cuando crees que no aguantas más la presión, la tensión  desaparece y te acaba haciendo sentir felicidad por ver que ya ha pasado todo.

La historia comienza como cualquier película que va a  acabar muy mal, una familia feliz, adinerada, que cree que todo le va bien en la vida, celebrando la Nochebuena en Tailandia; pero cuando menos se lo esperan es cuando la naturaleza hace de las suyas. Una enorme ola destroza su felicidad y armonía como familia, arrasa con todo lo que hay por delante separando a cada miembro de la familia. Tras este duro golpe donde el espectador está desorientado, comenzará a sentir una sensación de soledad y agobio por querer verles subidos a algún árbol. Veremos cómo sus cuerpos, incapaces de ser controlados por ellos mismos, serán manipulados por la fuerte ola haciéndoles estampar contra casas, coches y cadáveres. Este comienzo de película ya deja mal cuerpo en el espectador, lo único que cabe pensar es “si esto es el principio no me quiero imaginar el final”. Bueno, no quiero dar spoiler, pero, lo seguiréis pasando mal.

No quiero hablar mucho de la película en sí, eso os lo dejo a vosotros, quiero resaltar un actuación que a mi parecer hace que la película pase a ser una obra de arte y esa es la de Tom Holland, personaje de Lucas, el hijo mayor. A pesar de tener solo 16 años y no haber hecho grandes películas, joder, vaya actuación. Sin lugar a duda es el actor revelación de este año. No creo que reciba premios ni nada, aun es joven, pero seguro que le esperan años de fama y pronto le veremos trabajando con grandes directores.
Tom Holland
Bueno, y sin explayarme mucho más me voy despidiendo. Recomiendo encarecidamente que vayáis a verla, abrigaréis una explosión de sentimientos en cada minuto del film, dejaros llevar por las situaciones de los personajes y comprender que eso paso de verdad y que cada cosa que veáis es verídico. Cuando salgáis del cine seréis un poco más humanos, al haber visto a personas como tú y yo en una situación donde el egoísmo y la violencia puede controlarles, comprenderéis que el ser humano es una animal increíble y siempre te acaba sorprendiendo de lo bonita que es la vida y el compartirla con los demás.
Es una recomendación de “EL DÍA DEL ESPECTADOR”

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