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- ENTRETENIMIENTO SIN ECO EN "EL ENIGMA DEL CUERVO"
Posted by : El día del Espectador
julio 11, 2012
HIMAR R. AFONSO
La tercera película de James
McTeigue parece haber entrado en el mercado sin dificultad y sin molestar a
nadie, siendo su mayor virtud la interesante estética que recuerda un poco al "Sherlock
Holmes" de Guy Ritchie, aunque aquí no es Arthur Conan Doyle el
protagonista, sino su predecesor Edgar Allan Poe.
En efecto, el mayor interés que
despierta "El enigma del cuervo" (The Raven) es su protagonista, pero ni
mucho menos es lo mejor descrito de ella, teniendo en cuenta que no es una
historia sobre la vida del escritor, sino un thriller de asesinatos en
los que el asesino se sirve de las novelas de Poe para efectuar sus crímenes,
siendo para la policía una necesidad que éste ayude en la investigación.
Basándose un poco en la extraña y misteriosa muerte que sufrió el escritor
estadounidense, la película se desarrolla durante sus últimas semanas, en las
que trabajará a contrarreloj por salvar la vida de más inocentes y la de su
amada Emily Hamilton, sin pretensiones de explicar ningún misterio trascendente
y sin ambiciones más allá del mero y agradable entretenimiento, probablemente
lo que la hace más oportuna o menos molesta.
Realmente está bien concebida y
sus personajes trabajados en su justa medida, con un John Cusack correcto y
divertido encarnando al gran escritor, sin mostrar una gran profundidad que,
por otro lado, resultaría impertinente en el filme, y preocupándose más por dar
pinceladas que conformen su personalidad, irónica y pasional a la vez, para
confluir con otros personajes como un detective de sentimientos excesivos, un
suegro bien interpretado por Brendan Gleeson y una chica, Emily (Alice Eve),
aportando más belleza y más talento a una historia con cambios de giro que a
menudo convencen a medias, dando la sensación de que en todo momento se dejan
cabos sueltos, lo cual supone un inconveniente para una película que centra su
atención y su fortaleza en un guión superficial que pretende ser impactante e
inteligente; bueno, impacta alguna escena de violencia bastante lograda (quizás
la mejor aportación de McTeigue junto a la representación estilizada y
siniestra de un Baltimore del siglo XIX que reclama crímenes e intrigas), pero
la inteligencia del filme se esfuma en las explicaciones simples que se quieren
dar, respaldadas por un villano que sabe a poco, muy poco.
Con una resolución algo
decepcionante, salva un poco la bonita escena de Allan Poe en el banco de un
parque, con un final cerrado (lo cual es de agradecer) y sin complicaciones.
McTeigue sigue mostrando aptitudes para la composición visual y el dramatismo
más clásico, pero sigue quedándose algo corto (y sigue sin superarse tras su
ópera prima V de vendetta, donde contaba también con un poderoso
respaldo) en el buen sabor final que dejan las grandes películas. Porque "El
enigma del cuervo" no lo llega a ser. Es una historia de detectives
entretenida y extremadamente intrascendente.
NOTA: 6
NOTA: 6